viernes, 11 de junio de 2010

VIP Noche



Las diferencias entre José Luis Moreno y Emilio Aragón. Moreno, con su engolada sonrisa y su histérica sobriedad, sus chicos y chicas monas en las distintas casillas y su ristra de adjetivos acabados en gritito. Aragón, aún todavía Milikito para la mayoría, pese a "En vivo y en directo", con zapatillas, gafas, peinado a lo Parker Lewis Nunca Pierde y un sentido del humor y el negocio envidiables.

Lo que empezó como un juego, antes de comer, tipo 3x4 o algo así, el concursante es lo que importa y el famoso se limita a hacerle una pregunta y sonreir estrepitosamente, se convirtió en un espectáculo de dos horas y pico que llegaba casi a la madrugada. En una franquicia: al VIP normal se le unió el VIP Noche y como mínimo, que recuerde, el VIP Guay los sábados por la tarde, con una chica morena y otra rubia que iban de malotas con patines. La adolescencia es una cosa terrible.

Yo me enganché a los dos últimos. Sinceramente, del VIP diario no me acuerdo, probablemente me pillara en el Ramiro de Maeztu. El VIP Guay lo veía por una cuestión de edad. Era mi generación, por mucho que me pese. Los niños repelentes de entonces son los teleoperadores de hoy. Seguro que alguna chica me gustaba, además. Pero, sobre todo, yo era del VIP Noche. De Emilio Aragón y Belén Rueda. Me molestaba el Cacao Maravillao y la risita de Loreto Valverde incluso en aquellos tiempos en los que Loreto Valverde era un pedazo de pibón.

Veía el programa por los invitados. Emilio Aragón se dio cuenta de que ahí el concursante no importaba nada y que el concurso además era una porquería, así que convirtió todo en una especie de club de la comedia. Las mejores noches eran las que invitaba a Gomaespuma. Llegó un momento en el que todos eran humoristas y no había ningún orden. Se subían y se bajaban de sus casillas, hacían el idiota, pasaban de todo tipo de guión y orden y al presentador parecía darle igual; es más, lo fomentaba. Pensándolo ahora, probablemente todo ese desorden estaba perfectamente ordenado, pero, entonces, 13-14 años, estaba dispuesto a creerme cualquier cosa.

Luego estaban los sketches. Recuerdo uno de un tipo que hacía versiones de los Beatles. Era todo muy noventero, casi ochentero, muy, muy pueril, muy Xuxa y "Te huelen los pies": el tipo en cuestión decía haber compuesto "Michelle, jo-der" y "She loves you, yeah, yeah, yeah (joder, no te cuelgues). No tenía ni puta gracia pero veinte años aún me acuerdo así que funcionar, funcionaba. Puede que VIP Noche fuera el primer exitazo de Telecinco como cadena. Mané y su tupé imposible. El maravilloso "Lo dudo mucho". Antes y después del Tutti Frutti y sus Mamaciccio.

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